miércoles, 19 de agosto de 2009

A el no le interesas tanto... ¡Porque es puto!

El fin de semana pasado escuchaba a Martha Debayle, la cual hablaba en el podcast de su programa radiofónico sobre el tema de “a el no le interesas tanto”, hablar sobre el caso de una de sus conocidas, la cual estaba casada con un fulano que salía mucho con un “amigo” que era gay, y llegaba tardísimo a su casa con el amigo. Al preguntarle que onda con la luna de miel, esta le dijo que salieron cerca de la ciudad porque este cuate estaba en un proyecto y no podía abandonarlo, pero que le dejaba al amigo gay para hacerle compañía (Cuando escuche esto, me reí, pero si me dejo pensando; eso no es una luna de miel). Cuando Martha le preguntó a esta conocida suya acerca del sexo, esta le respondió: “Es que como padece del corazón y de la presión alta, pues no se puede agitar, entonces pues no hay mucho sexo; pero neto que estoy feliz, es bien lindo conmigo”. He de decir que me retorcí de la risa al principio, pero, después de meditarlo me dejo muy serio, y pensando en lo desesperada que debe de estar esta mujer para no darse cuenta de lo que para los demás es mas que obvio


Con esta anécdota, chusca y bastante trágica quiero empezar esta reflexión. Los seres humanos siempre buscamos la compañía, y alguien a quien querer (la gran mayoría). Lo que si no se vale es el estar con alguien que no amas en el aspecto pareja por no aceptar lo que eres. Porque, generalmente, los tipos de closet que están casados, se consiguen unas esposas ideales, las cuales se enamoran locamente de ellos, pues, como las “respetan” (no piden sexo, mas correctamente dicho; el respeto no tiene nada que ver con la calentura) resultan ser, según la educación conservadora que recibimos, todos unos “caballeros” (aunque luego, cuando su homosexualidad sale a la luz, resulte lo contrario).


Ahora, habría que analizar también al fulano. Creo que, para empezar, esta conflictuadísimo con el mismo; no sabe ni lo que quiere, y, si lo sabe, tiene miedo de aceptarse como homosexual por el conflicto que generaría en su familia de origen. Por propia experiencia se que es pesado el aceptarte, pero que la recompensa llega con el tiempo, al hacer, decir, y vivir como tu quieres, no como te indiquen los demás. Este último aspecto es importante, si se quiere vivir en paz y satisfecho con la vida.


¿A que quiero llegar con todo esto? Que a las mujeres, en general, se les ha enseñado a aguantar a los fulanos “por amor”, y eso no esta bien. Creo que, para empezar, hay que desmitificar la idea del “respeto” hacia la mujer, la cual no nos deja nada bueno, mas que represiones como las que he mencionado en este texto. Por principio de cuentas, se debe de dejar la idea del respeto sexual, y también la idea de la mujer rota, la cual necesita de un hombre para ser un ente completo, lo cual también se les inculca desde niñas a todas las mujeres de esta sociedad, lo cual provoca el que haya relaciones de este tipo, entre una desesperada por casarse y un homosexual reprimido.


El goce de la sexualidad humana de manera libre y plena es un derecho que, por cultura, se le veta o trata de vetar a las mujeres, mientras que a los hombres se les fomenta e impulsa. Estoy hablando de hombres heterosexuales, claro esta. Porque a los que tenemos una orientación sexual diferente (bisexuales y homosexuales) se nos tacha de depravados, enfermos mentales y otras cosas. Y he ahí los dos puntos clave de esta relación enferma. Uno es la esposa, abnegada, sumisa y complaciente, y el otro es el esposo con el “amigo” homosexual, el cual es su “compa” y lo mete en casa cada que puede


Alguien se preguntará ¿Quién es el mas enfermo? Mi respuesta es ambos. Porque, si bien es cierto que el esposo tiene buena parte de culpa, por no aceptar su orientación sexual y usarla de tapadera para nunca salir del closet, ella también es culpable, por no poner las cartas sobre la mesa, por someterse a la voluntad de su pareja, sin siquiera atreverse a hacer algún reclamo a su pareja por la casi nula atención a las necesidades que ella tiene, no en el aspecto económico, sino en el emotivo y sexual.


Esta carbón el caso, ¿No creen?

sábado, 8 de agosto de 2009

Del modo mas sincero

Estoy feliz de estar contigo. Feliz. Siempre lo he estado, a pesar de todo lo que nos ha pasado, siempre ha sido para mi un gusto el poder estar a tu lado. Se que ambos somos muy distintos y que a veces llegamos a hartarnos, y a pesar de esto, no quiero (y nunca he querido) dejarte. Para mi, eres alguien muy especial. No pense nunca poder llegar a amar verdaderamente a alguien. Pero tu me llegaste al corazon. No se como, no se porque, no se cuando, pero asi fue.

Desde que tu estas se me antoja ser solo de ti. No necesito decir cuanto me gustas; tu lo has visto. Solo el verte, el estar contigo, puede darme paz, cuando estoy estresado. Se que he sido violento, pero estoy trabajando en no serlo. Te amo, y la verdad agadezco todo lo que me amas.

Todo esto es del modo mas sincero

El graduado

El jueves fue mi ultima dia de clases en la universidad. Esto me predujo un sentimiento ambiguo: mucha felicidad, y orgullo, por haber terminado una carrera. Y el lado siniestro es el miedo, por terminar haciendo otra cosa que no sea de mi profesión, la desesperanza por la baja de empleos, y pues la ansiedad de dar el ancho en el trabajo.

Me siento ambiguo por esto. Desde ya, a buscar trabajo. Espero conseguir algo de mi carrera, pagado decentemente y ser capaz en el empleo...