jueves, 20 de marzo de 2008

¿Derecho o abuso?

El día de ayer, en la cena, platicaba con mi familia sobre las nuevas disposiciones legales antitabaco, las cuales regularán los establecimientos públicos en un futuro muy próximo. Ellos me comentaban que, gracias a esto, los no fumadores hemos estado muy agresivos. Esto es en parte cierto, pero, no creo que sea para hacerse las víctimas.

Si bien es cierto que estas son medidas polémicas, también es cierto que es un avance en materia de protección a la salud de los menores, a que vivan libres del humo de cigarro, cosa que muchos no pudimos hacer, por provenir de familias de fumadores.

Además, ¿cuanto tiempo se vio mal a la gente que no fumaba, por el simple hecho de no hacerlo? Se les dijo de todo. Esto, naturalmente, no lo recuerdan los fumadores. Como siempre, vemos la paja en el ojo ajeno.

Yo recuerdo a un compañero de la preparatoria que no fumaba (yo anteriormente fumaba, pero decidí dejarlo por propio pie hace un año, aproximadamente). El nunca nos dijo que apagáramos los cigarros, ni se alejó de nosotros ni nada parecido; en cambio, dos de mis compañeros y amigos suyos, lo traían frito. Le decían de todo, por el simple hecho de que él no quería fumar porque no se le daba la gana. Yo no me metía, simplemente respetaba su decisión de no fumar. El aguantó así por dos años, y jamás se quejó. En una de las últimas veces que hablé con el, me dijo que ya lo estaban empezando a hartar con ese tipo de comentarios.

En el otro lado de la moneda, esta Mauricio, un amigo del último año de preparatoria. El fumaba como chacuaco. Siempre que traía cigarros, te ofrecía uno, si sabía que fumabas. Cuando trataba a alguien que no fumaba, no se metía con el, simplemente, no le ofrecía cigarro, y le seguía hablando, pues eso era solo un habito, que no todos tenían, y el no era nadie para pedirle a los demás que cambiasen, esto dicho por el propio Mauricio.

Creo que no es conveniente el tomar una posición radical, sino simplemente tratar de ver centrada y objetivamente las cosas.

Creo que debemos de dar el mismo respeto a los derechos de los otros que el que pedimos para los nuestros, para poder convivir de manera armoniosa, pues de lo contrario, estaremos en un conflicto constante con los demás. No exigir derechos por encima de los otros, eso sí sería un abuso.

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