martes, 10 de junio de 2008

Cancún, Mario y yo

La semana pasada me fui de viaje con Mario a Cancún. Este viaje fue toda una experiencia de vida, y, en múltiples maneras, me ha dejado una huella muy profunda, y varias lecciones aprendidas. Por suerte hubo de todo: risas, llantos, pasión, decepciones, verdades, enojos, reconciliaciones, chisme, compras y otras muchas cosas; todo esto, enmarcado por un sitio rico en contrastes. y belleza.
Definitivamente, ha sido el mejor viaje que he hecho con el, pues he podido conocer aspectos de el que no conocía, y gracias a la confesión de un secreto, poder afianzar mas ese lazo tan especial que me une a el.
Lo curioso del asunto, es que la confesión ya la sospechaba, y no me espanta, pero si me ha sorprendido bastante.
También me puse a mi mismo en un punto de quiebra muy severo. No entraré en detalles, pero me mostró lo importante de la moderación en varios aspectos de la vida. Esto también me enseñó como reacciona el chaparro en momentos de crisis.
Creo que este viaje me ha cambiado para bien.

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