sábado, 6 de septiembre de 2008

Una hora de violencia

El dia de ayer, fui testigo de varios hechos vioentos, tres para ser exactos, en menos de una hora.

El primero, fue cuando un indigente estuvo a punto de agarrarse a golpes con un señor en el tren que tome para ir a mi casa.

Al salir de la estación, iba camiando cuando vi a unos porros, abalanzarse sobre una patrulla. Eran facil mas de 50. No se que pasaría con la pobre patrulla ni el policia que estaba adentro

Al entrar en la unidad donde vivo, vi que una motocicleta se le cierra a un automovil. El tipo de la moto se baja, visiblemente enojado, y le reclama al conductor del vehiculo el que este se le cerró anteriormente, abriendole la puerta y golpeándolo.

Esto me puso a pensar en el nivel de estrés que tenemos los que vivimos en esta ciudad enorme y maravillosa, aunque también caótica. Estoy conevncido de que el ritmo de vida actual nos genera este tipo de estrés, mas allá de que se presenta normalmente en los grandes centros urbanos. Los recientemente reconocidos burn out y el famoso karoshi, son muestras de que el estilo de vida actual, hace que el ser humano viva para trabajar, mas que trabajar para vivir.

Tengo una prima que anteriormente tenia un trabajo absorbente, debido a la jefa que estaba a cargo de la oficina dodne laboraba. Si bien, sigue en la misma depencencia gubernamental, su nivel de estrs ha bajado, debido a que ya no tiene tantas responsabilidades como con su jefa anterior.

Sería conveniente que el estilo de vida fuera diferente, pero, lamentabelemente, uno tiene que adapatarse a esto. No hay de otra.

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